Entramos en el pasado...

Hoy, cuando ya se ha dejado la jornada laboral, el día está nublado, con bastante deseos de seguir lloviendo, acabo de incorporarme al manejo tecnológico que nos entrega la herramienta de internet y especialmente este invento que son los Blogs.

¿Cuál es mi intención? Bueno, básicamente iniciar, en lo posible, una red de "sonoros - admiradores" de lo que fue la primera mitad de los años setentas en Chile, y el fenómeno que para las orejas de aquél entonces significó un programa de la televisión denominado "Música Libre"...

Pero no necesariamente se trata de un rincón dedicado al programa en sí. La idea no es hablar de los "lolos", de la Aracely, Soledad, el Mauricio, u otro bailarín que constituyó el staff de baile que tarde a tarde, de Lunes a Viernes, reunía a mucha gente joven, y cabros chicos como yo, frente a la pantalla gris de veintitantas pulgadas, para ver sus movimientos altamente ensayados, al ritmo de un "salta, salta, salta, pequeña langosta..."

Mi intención es hablar y compartir la música de aquél entonces, reflejada en la invasión argentina que tuvimos, Padovani incluído, de la anglo, de la europea, y que cada cierto tiempo se lanzaba al mercado en aquellos LP del sello IRT, Phillips, u otro que no recuerdo en estos momentos... De estos discos, la mayoría perdidos por la persecusión y paranoia que se generó después del golpe de Estado, por ahí, en algún lugar sobreviven, algunos como apreciadas joyas, en otros, como plásticos que ocupan espacios...

Esa es la idea. Bueno, esa es mi idea inicial. ¿Hasta cuándo se dará? No sé, hasta que la energía o entusiasmo decida lo contrario. Todo depende de la receptividad. ¿Habrá receptividad? Tampoco lo sé. Sólo se (como diría un poeta) que hay muchos blogs dedicado a hablar de música, otros tantos (muchísimos) a compartir música, pero de este tipo de música, no tanto.

Hoy no partiré con la entrega. Lo más probable que sea durante la semana, y lo haré con el Volúmen primero de una edición musical que se llamó CAPISSIMO, y que se intentó reeditar hace unos cuantos años atrás en CD, con sonido stereo y bien filtrado. Lo que pienso compartir, con quien lo desee, es el vinilo como tal, con sus ruiditos correspondientes, y en mono (sonido mono), tal cual la casa discográfica lo lanzó al mundo...

No adelanto nada más por hoy. Sólo invitarlos, cuando lo deseen, que entremos en este mundo sonoro de los setentas, el recordado mundo de la Música Libre en Chile.